Etiopia 2016. Dallol, Fantasía de colores .
En la depresión de Danakil hay una zona sorprendente, muy difícil de explicar con palabras.
Debajo de los pies se puede percibir el ronronear que emiten los gases debajo de la tierra buscando pequeñas chimeneas para salir a la superficie. A su alrededor brillan bajo el sol abrasador, estanques de colores rabiosos y formaciones extrañas. Los minerales cobran vida, la sal, el azufre, el óxido de hierro nos sumergen en un paisaje extraño, un delirio de la imaginación.
Explosiones de colores, pequeñas torres de sal, fumarolas que expulsan el magma de las tripas de la tierra a borbotones, formando estanques que brillan debajo del sol, todo esto acompañado por el desagradable olor del azufre y un calor bastante difícil de soportar me hacen pensar que me hallo en el infierno, aunque tanta belleza me engaña y me creo que es el paraíso.
A menos de 20 kms de Eritrea se encuentra este lugar tan extraño, y desde que en el 2012 fueron secuestrados algunos turistas, es obligatorio llegar allí con hombres armados con sus kalashnikov, son los respetados y duros Afar que han sido preparados para esta tarea.
Llevo varios días atrapada en una extraña paleta de colores reviviendo sensaciones y pensando que algún día regresaré al Dallol. Atravesaré el salar, me toparé con las interminables caravanas de camellos y volveré a tener ante mi vista las combinaciones de colores más hermosas que jamás haya visto.
Probablemente será distinto, dicen que depende de la luz, de la condensación, de la temperatura... pero yo sé que el infierno me mostrará su mejor cara.
Read MoreDebajo de los pies se puede percibir el ronronear que emiten los gases debajo de la tierra buscando pequeñas chimeneas para salir a la superficie. A su alrededor brillan bajo el sol abrasador, estanques de colores rabiosos y formaciones extrañas. Los minerales cobran vida, la sal, el azufre, el óxido de hierro nos sumergen en un paisaje extraño, un delirio de la imaginación.
Explosiones de colores, pequeñas torres de sal, fumarolas que expulsan el magma de las tripas de la tierra a borbotones, formando estanques que brillan debajo del sol, todo esto acompañado por el desagradable olor del azufre y un calor bastante difícil de soportar me hacen pensar que me hallo en el infierno, aunque tanta belleza me engaña y me creo que es el paraíso.
A menos de 20 kms de Eritrea se encuentra este lugar tan extraño, y desde que en el 2012 fueron secuestrados algunos turistas, es obligatorio llegar allí con hombres armados con sus kalashnikov, son los respetados y duros Afar que han sido preparados para esta tarea.
Llevo varios días atrapada en una extraña paleta de colores reviviendo sensaciones y pensando que algún día regresaré al Dallol. Atravesaré el salar, me toparé con las interminables caravanas de camellos y volveré a tener ante mi vista las combinaciones de colores más hermosas que jamás haya visto.
Probablemente será distinto, dicen que depende de la luz, de la condensación, de la temperatura... pero yo sé que el infierno me mostrará su mejor cara.