Etiopia 2016 - La rudeza de los Afar
La tierra arde. El sol es implacable en la depresión del Danakil, tierra de los Afar. Una etnia que sobrevive en la que tal vez sea la región más hostil del planeta. La búsqueda de agua y maleza para su ganado es el objetivo diario de esta población semi nómada.
Mientras pequeños tornados levantan nubes de polvo, nos detenemos en algunas chozas para conocer a los Afar. Este pueblo acarrea un pasado legendario que se ha ganado a pulso sobreviviendo en condiciones tan extremas.
Los hombres despiertan mucho respeto por sus rasgos duros y su pasado guerrero. Según he leído eran premiados los asesinatos de honor y el número de víctimas de un guerrero se deducía de las joyas y ornamentos que lucía. Acostumbraban a llevar al cuellos los órganos genitales de sus enemigos derrotados, o decoraban sus tiendas con tales premios. Hoy se los ve relegados al pastoreo y al tallado y extracción de la sal. El gobierno ha sacado provecho otorgándole importancia a los habitantes de esta región después del secuestro y muerte de un grupo de turistas en el 2012. Desde entonces ha armado y "profesionalizado" a un sector de jóvenes Afar para proteger a turistas y carreteras de la zona y ha convertido en guías camelleros a muchos otros.
La mujer Afar, de belleza particular, carga con mil responsabilidades diarias, sus hijos, el agua, la choza que siempre está lista para emigrar a otra región y una lápida de tradiciones que son muy difíciles de cambiar de inmediato. La tasa de Mutilación Genital femenina se eleva al 96% entre la población Afar.
Mayoritariamente son musulmanes pero conservan costumbres pre-islámicas portando amuletos y destacando por el esmero que ponen en embellecer sus rostros, cabellos y en el tallado de sus dientes.
Los árabes les llaman Danakil y ellos lo consideran un término peyorativo. Utilizan el de Afar sintiéndose orgullosos de poblar el infierno. Así es como llamamos algunos a esta región.
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Los hombres despiertan mucho respeto por sus rasgos duros y su pasado guerrero. Según he leído eran premiados los asesinatos de honor y el número de víctimas de un guerrero se deducía de las joyas y ornamentos que lucía. Acostumbraban a llevar al cuellos los órganos genitales de sus enemigos derrotados, o decoraban sus tiendas con tales premios. Hoy se los ve relegados al pastoreo y al tallado y extracción de la sal. El gobierno ha sacado provecho otorgándole importancia a los habitantes de esta región después del secuestro y muerte de un grupo de turistas en el 2012. Desde entonces ha armado y "profesionalizado" a un sector de jóvenes Afar para proteger a turistas y carreteras de la zona y ha convertido en guías camelleros a muchos otros.
La mujer Afar, de belleza particular, carga con mil responsabilidades diarias, sus hijos, el agua, la choza que siempre está lista para emigrar a otra región y una lápida de tradiciones que son muy difíciles de cambiar de inmediato. La tasa de Mutilación Genital femenina se eleva al 96% entre la población Afar.
Mayoritariamente son musulmanes pero conservan costumbres pre-islámicas portando amuletos y destacando por el esmero que ponen en embellecer sus rostros, cabellos y en el tallado de sus dientes.
Los árabes les llaman Danakil y ellos lo consideran un término peyorativo. Utilizan el de Afar sintiéndose orgullosos de poblar el infierno. Así es como llamamos algunos a esta región.